Ayer, entre pucho y birra, me fui dando cuenta que a lo largo de mi vida vengo cometiendo un error sistemático. Es tiempo de cambiar el enfoque, de vivir el hoy sin pensar en el mañana. Darle la relevancia adecuada a las cosas, sin sobrevalorar ni menospreciar. Aprender a disfrutar tanto del ruido como del silencio, de la ida y la vuelta, esa es mi misión. En palabras de una banda que me gusta: “No preguntar por el morfi, sino en comer y disfrutar”.
Gracias, porque sin darte cuenta, me ayudaste un montón. Lamento, de corazón, haber tardado tanto en entender tu filosofía de vida. Me parece digna de admiración. Si sentías que me debías algo, ya está pago. Sé que hay más para decir, para escribir, pero no. Ahora no, con esto alcanza. De verdad, gracias amiga.
Te digo algo que tuve que entender medio a la fuerza: Las cosas buenas pueden terminar, cuando te amigas con esa idea, empezás a enfocarte en disfrutarlas y no en pensar que pasaría si...
ResponderEliminarAprender a disfrutar tanto del ruido como del silencio, del pedo como de la resaca. Hacer lo que sentís, decir lo que pensás, y buscarle la vuelta a toda depresión para terminar cagandote de risa. Es tiempo de cambiar el enfoque, es tiempo de...¡BIRRA PARA TODOS! jajaja
ResponderEliminarTe quiero mucho mi corazón de pelón sin cáscara