jueves, 6 de mayo de 2010

Una cosa llevó a la otra


No soy mago, pero igual te puedo sorprender. No soy ladrón, pero si un día me dejás, puedo robarme tu corazón. Todavía no soy médico, pero no hay herida en tu corazón que no pueda sanar y aunque no seas omnipresente, en mi mente siempre estás.


Hoy por ti mañana por mi, decía un tipo que se quedó siempre en el presente y el mañana nunca llegó. Pero siempre se puede dar vuelta la página. Porque a veces es necesario cortar con las sogas del pasado y ver que depara el futuro, con nuevos aires y nuevos rumbos.

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